Post: Ana A.
Las consecuencias de la contaminación ambiental son cada vez más notorias, una de las principales manifestaciones es el aumento de la temperatura media del planeta, situación que ha derivado en la reducción de los glaciares, así como cambios en los ciclos pluviales.
Especialistas de diversas disciplinas, coinciden en que deben tomarse medidas inmediatas pues, lamentablemente, los cambios abruptos en el clima y en el ecosistema son irreversibles y continuarán en el futuro.
La frecuencia y la intensidad de los desastres naturales exigen cada vez más atención, pero sobre todo mayores recursos económicos, ya que, como se ha visto en los últimos años, impactan de manera considerable la infraestructura y vivienda de las localidades afectadas, al grado que las pérdidas materiales rebasan el capital disponible para remediar los daños.
Dar respuesta a los problemas derivados del cambio climático es una de las tareas más importantes que enfrentan los habitantes del mundo contemporáneo; la arquitectura, siendo una de las principales responsables de la configuración del hábitat del hombre, juega un papel fundamental en esta labor.
Una de los primeros proyectos que proponen, además de una arquitectura sostenible, soluciones que prevén las dificultades que pueden provocar los crecientes cambios climáticos, es la denominada “Arca”, un nuevo concepto de hotel antisísmico que puede soportar las inundaciones extremas.
Diseñado por la firma de arquitectura rusa Remistudio, el edificio, que remite la forma de un caracol marino, se realizó en el contexto del programa “Arquitectura para la Atención de Desastres” de la Unión Internacional de Arquitectos.
La estructura es autosostenible y fue diseñada para que en caso de inundación pueda flotar autónomamente sobre el agua.El arca, además de que puede construirse en climas diversos, también está diseñada para las regiones sísmicas ya que su estructura resuelta a base de arcos le da gran solidez y estabilidad, además de que de la mitad para abajo está conformada por un sótano que, según sea el caso, puede quedar de bajo el agua o de la tierra.
El sistema estructural de este singular hotel, funciona de la siguiente manera: los arcos llevan las cargas, permitiendo la redistribución del peso en caso de un terremoto.
El diseño, de instalaciones inteligentes, permite una relación óptima entre su volumen y su superficie externa, proporcionando además su eficiencia energética.
A pesar de que su forma parece muy complicada, el edificio, al estructurarse a partir de un marco prefabricado, puede ser construido en menor tiempo que una edificación convencional. Además, es importante mencionar, que el material con el que estará recubierta la estructura es ETFE , material con el que se construyó la alberca olímpica Watercube, de China, un plástico de reciente creación que es más resistente y ligero que el acero, lo que hace que su construcción, además, sea mucho más rápida.
FUENTES: http://iiarquitectos.blogspot.com/